martes, 28 de diciembre de 2010


Y sí, yo soy una chica normal, con mis manías, con mis defectos y mis virtudes.. No me creo superior ni inferior.. Creo que hay sueños inalcanzables y sueños alcanzables.. No creo en las coincidencias.. sino en las casualidades. Creo en los sueños, en los deseos, en las amistades eternas, en el amor.. Sí, soy una chica un poco loca, a la que le gusta la travesura y la rebeldía, pero que la compagina con la serenidad y la sinceridad.. Soy una chica un poco traviesa, pero sincera, que siempre abre su corazón, y por mucho que se lo rompan, lo cierra con celofán.
Porqué hay cosas que vale la pena perder, y otras, que no.


Vuelta a empezar. Es un día nuevo. Ella se ha propuesto empezarlo con una sonrisa, sin pensar en él, pero siempre queda algún leve recuerdo. Se ducha. Se arregla. Al parecer, por el momento todo le va bien. Hasta que sale a la calle. Pasa por delante de su casa y tiene la gran tentación de llamarle. Pero no. No quiere mostrar ni un resquicio de debilidad ante él. No quiere hacerle ver que le necesita en todo momento. Se para un momento delante de la puerta y empieza a pensar. En un momento recuerda cientos de instantes a su lado. Siente como si él la estuviera acariciando la cara. Está a punto de llorar. No lo hace. Es demasiado orgullosa como para volver a hacerlo una vez más por él. Sigue andando hacia delante. Sin rumbo. Sin darse cuenta, ha llegado a una calle. A la calle de los abrazos, los besos, las caricias. A la calle de los tropiezos... dónde empezó y terminó todo. Intenta aguantar pero esta vez no puede. Cientos de lágrimas se desprenden de sus ojos. Últimamente se pasa los días llorando. Parece que nunca va a parar..Vuelve corriendo a su casa. Vuelta a empezar... Al final, el día se le presenta como cualquier otro. Lleno de recuerdos, de necesidad...



Pensamos que es imposible que haya alguien más capullo, pero siempre aparece alguien que nos sorprende. Nosotras les decimos de la A a la Z  y ellos de la Z a la A, y nos encontramos en la N en el momento menos oportuno, cuando decidimos mandar todo a donde no está escrito. En ese momento retrocedemos de nuestro progreso que tanto nos ha costado y vuelta a empezar. Sonrisa tonta, embobamiento anormal y centralización de las cosas. Pasamos momentos divertidos, dice algo que incomoda y volvemos al final del proceso, pero nos quedamos a las puertas del olvido. Porque vuelve. Para colmo, volvemos a caer. En fin, no es que nosotras seamos tontas sino vosotros sois unos cabrones sin escrúpulos que no reparan en sentimientos. Y si algún día os gusta alguien, joderos.